Ha llegado una de mis épocas favoritas del año. Y es que, no hay nada como los días soleados de febrero. Largos paseos por el campo y ver como los árboles se cubren de flores blancas. Los campos de almendros de la Finca son realmente una visita obligada en estas fechas.
A finales de verano, las almendras estarán listas para ser recogidas. Entonces las seleccionamos con cariño y las tostamos. No pueden estar más deliciosas. Los huéspedes que están aquí en esa época tienen la posibilidad de disfrutarlas, ya que las ofrecemos como obsequio en las habitaciones.
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